Puertas falsas que apuntan al Oeste
Descubren su luz al viajero de la noche
Se ciernen silenciosas, inevitables
Esperando al sereno que de ellas cuida
Resuelven infames y desconocidas
Los acertijos de los hombres sin tiempo
Se destacan inmóviles al paso de los sueños
No cruces esa puerta
Ella al silencio eterno te conduce
E impertérritas las almas
Olvidan su Ego
Yo te lo pido, viajero de los sueños
Si a mí te conduces
Hazlo en silencio
No lleves contigo tus anhelos y recuerdos
Que en mí todo muere.
Todo pasa cual la quietud de los muertos.
Iván David.
Siempre con ese odio
Hace 13 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario